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Carta de una lectora de “Del sueño a la meta”

Hace unos días recibí la carta de una lectora de “De patrulla con Filípides” y “Del sueño a la meta”. Es rara la semana que no reciba un par de correos de lectores que me expresan lo que han sentido cuando han leído los libros. Os puedo asegurar que leer esas notas son la mayor recompensa que puedo tener como escritor, pero sobre todo como policía, o quizás sería más acertado, como ser humano.
En estos dos años y medio he visto como lectores de “De patrulla con Filípides” cumplían sus sueños; me he emocionado cuando estos me daban las gracias porque mis letras le ayudaron a no abandonar. Hoy, miércoles 6 de mayo, estoy convencido de que un nuevo número de lectores de “Del sueño a la meta” serán policías en unos días, y yo me volveré a emocionar.
Cada una de esas cartas tienen un protagonista, un luchador nato que por uno u otro motivos necesitó contarme su historia o experiencias. Algunas son muy personales, todas las guardo en el recuerdo y en una carpeta de word que he titulado “emociones”. Hoy quiero compartir la carta de una chica; su autora, Verónica, me ha autorizado ilusionada a que lo haga. Creo que es interesante que conozcáis su historia. Después de leerla todos seremos más fuertes.

Hola Javier!
Hace unas semanas te escribí por Facebook para agradecerte tu labor, tu
labor a la hora de escribir desde el corazón para motivar a las personas a
perseguir su sueño, sea cual sea. En ese momento aun no me había leído tu
segundo libro, me llegó ese día en que te daba las gracias y recuerdo que
me diste una mini dosis de motivación pero me dijiste que cuando acabara de
leer el libro volveríamos a hablar del tema ya que las dudas me atacaban.
Me lo leí en tres días, engancha aun más que el primero, y aunque te quería
escribir antes, por motivos laborales y por no molestar no lo hago hasta
hoy, y es que, perdona si te tuteo, pero por tus comentarios en las redes
sociales y la manera como te expresas escribiendo, hacen que una persona se
sienta muy cómoda a la hora de dirigirse a ti y quiera compartir lo que ha
significado la lectura de tus libros, cosa que no haría yo ni en mil años,
pero se nota por tus comentarios que lo haces por vocación y no por
remuneración. Inspiras esta confianza y esa confianza se merece elogios. Te
lo mereces.

Te escribo para relatarte lo que ha significado para mi leer tu libro.

De patrulla con Filípides fue una fuente de motivación, me gustó, pero veía
muy lejos mi sueño de ser policía. Tengo 35 años, y aunque si, siempre he
sentido que esta era mi vocación, unos centímetros me alejaban de mi meta.

Del sueño a la meta….bufff….ha sido una montaña rusa de emociones, he
reído y me he emocionado con anécdotas policiales, recuerdo emocionarme
mucho cuando leí “la diferencia entre un policía y un opositor con vocación
es el sueldo, por lo demás ya somos compañeros.” Mi mejor amigo es policía
y él siempre me ha visto como una compañera, siempre me dice que valdría
para serlo porqué me sale de lo más profundo de mi y nos ayudamos mucho, en
ciudades pequeñas todo el mundo se conoce, yo veo lo que sus ojos no
alcanzan ver por su posición y él es mi ángel de la guarda, si, es cierto
eso de que sois ángeles sin alas. Nunca me sentí compañera hasta que lo leí
en tu libro. En esta profesión un compañero es ese que te defiende en la
calle, se preocupa por tu seguridad, vela y reza para que al acabar el
turno vuelvas al lado de tu familia, esa familia que sin ser de tu sangre
es tu familia también. Pero lo que más me ha marcado de tu libro fue el
capitulo que hablas de tu madre.Lloré. Lloré tanto que a penas podía leer.
Si, soy una persona muy empática, pero no era ese el motivo de mis
lágrimas….

Cuando tenía 21 años mi hermano y yo quisimos presentarnos a oposiciones
para el CNP. Mi hermano pudo presentarse, incluso pasó la primera fase de
selección (lo dejó correr por mi madre y su novia, no les hacía ninguna
gracia) a día de hoy, no se arrepiente, pero siempre le quedará esa
cosilla…..Yo en cambio no pude ni presentarme por altura.
Pasaron los años y seguí con mi vida, aunque siempre he tenido un vinculo
muy especial con los cuerpos de seguridad. Tengo grandes amigos que forman
parte de distintos cuerpos, a muchos de ellos les animé yo a tomar ese
camino y les ayudé y motivé cuando estaban pasando por la escuela de
policía. Nunca me sentí frustrada por no poder llegar yo a ello, me siento
orgullosa de quién soy y donde he llegado siempre, aunque no fuera como
policía, por suerte para mi tengo grandes amigos que si lo son y en muchas
ocasiones, todo y no ser policía, les he ayudado de una manera u otra. Me
quedo con ello, el orgullo de tener GRANDES amigos que son policías y hacen
lo que a mi me gustaría hacer en su lugar. Me siento orgullosa de mis
amigos. Hacen día a día que sienta orgullo de tener amigos como ellos.

Cuando leí el capitulo 16, Final, no podía creer lo que leía….Eran fechas
duras para mi.
El 9 de Enero recibí el libro, el 13 de enero, día de mi cumpleaños, lo
acababa de leer entre lagrimas.

El 13 de enero de 2014 mi papi ingresaba en la UCI, la cosa no pintaba nada
bien. Al igual que como tu hermana, el día de mi cumpleaños me daban la
amarga noticia.
Yo siempre había sido la niñita de los ojos de mi padre, pero desde que mis
padres se separaron hacía 3 años aun más, era su apoyo y él el mío.
Se recuperó, o al menos eso parecía. Los médicos me decían que tenía guerra
para rato, el 21 de enero salió de la UCI y en un principio el 27 le daban
el alta. Yo todos los días hacía 100 km de ida y al día siguiente 100 de
vuelta para estar con él, yo vivo y trabajo en otra ciudad.

La madrugada del 24 de enero terminé tarde de trabajar, era la 1:30 de la
madrugada cuando cerré el restaurante y pensé que era muy tarde para irme a
Tortosa desde Reus, ya madrugaría al día siguiente, no quería despertar a
mi padre a las tantas que llegara al hospital y según los médicos, lo peor
ya había pasado. Media hora después de llegar a mi casa recibí una llamada
del hospital, me decían que mi padre había vuelto a ingresar a la UCI, que
si iba hacia Tortosa no corriera que tampoco podría verle y que no me
preocupara, si eso ya iba al día siguiente. A penas había colgado el
teléfono ya estaba saliendo de mi casa. Recuerdo coger el coche muy
tranquila, mi padre me había dado muchos sustos y siempre salía airoso de
todo, es más, los médicos me decían que a este paso me enterraría él a mi
ya que él era un hombre muy fuerte y yo siempre estaba trabajando y
haciendo kilómetros para cuidar de él. Pero a medio camino…..sin saber
porqué me puse a llorar sin poder ni respirar, sentía algo, pasé de estar
muy tranquila, de ser una vez más, a sentir un vacío inmenso. Recuerdo el
punto exacto de la autovía y la hora, la misma hora que ponía en el informe
de la muerte de mi padre.

El capitulo 16 del sueño a la meta hablaba de tu historia, pero hizo que
reviviera la mía. Mi padre murió el 24 de enero.

Cuando dices que en las carreras sientes a tu mami cerca, que te ayuda, te
creo. Mi padre sabía lo que para mi significaba la policía, él también
siempre había tenido mucho respeto por los cuerpos de seguridad.
Cuando murió me sumergí en mi trabajo para no dejar hueco libre para
pensar. Los últimos años me había centrado en mi trabajo, pareja y mi
padre. Al separarse de mi madre y ser 10 años mayor que ella lo veía más
vulnerable y yo siempre estaba muy pendiente de él, hasta el punto que fue
uno de los motivos de la ruptura con mi pareja, ambos querían acaparar mis
cuidados, ganó mi padre.
Cuando él murió no sabía que hacer. Me vi sola, como no tenía que viajar a
menudo para cuidar de él ni en que pensar mas que en su muerte me hundí.
Mi hermano tiene a su mujer y los mellizos, mis peques, mis hombrecillos.
Mi madre a su pareja, una gran persona que la quiere y la cuida y hace
feliz, se lo merece. Pero yo? yo que tenía?. Vivo lejos del día a día de mi
familia y amigos. Mi trabajo, lo único. Pero uno por mucho que se sumerja
en su trabajo tiene que tener sueños, metas, motivos para sonreír. Yo no
tenía mas que pena, pena por la falta de uno de mis pilares. Mi padre.

Hasta que un día recibí una llamada. Era de una academia que prepara a
opositores. Aun hoy no se como contactaron conmigo, según la persona con la
que hablé me dijo que yo había rellenado un formulario, no es así. Esa
llamada me dejó pensativa durante días, pero intenté convencerme de que
solo era para sacar dinero, pero en el transcurso de dos semanas, cuando
pensaba que era imposible pasaba algo que me llevaba a pensar que esa
utopía no lo era tanto,era mi sueño y los sueños si se pueden hacer
realidad aunque en muchos momentos nos vengamos a bajo.

Cuando hablas de tu madre desde el cielo, muchas veces lo haces como con
temor a que la gente piense que se te va la pinza, jejeje. Te entiendo. Que
me presento a policía, o que me quiero presentar con 35 años y el motivo
que me ha llevado ha hacerlo ahora solo lo saben tres de mis mejores
amigos, mi hermano y mi madre, las personas que se que me dirán en realidad
lo que piensan, ellos me conocen y la respuesta de todos ellos ha sido que
a delante, que siempre he estado relacionada con este mundo y que valgo.

Desde los 21 años que ya jamás se me había pasado por la cabeza lo de ser
policía. Un ángel ha puesto en mi camino los medios que me faltan para
intentarlo. Si lo consigo sería, buf, no se puede expresar en palabras
creo, ojalá sepa algún día como no expresarlo,y si no es así sé que este
camino me llevará a otro que me llene más a mi y a otras personas. Sea lo
que sea, por ahora tengo una ilusión que hace unos meses no tenía, una
ilusión que aunque no llena el vacío que ha dejado mi padre si me ayuda a
mantenerme en pié, una ilusión que me ha llevado, entre otras cosas, a leer
tus libros, libros que me han cargado de energía para afrontar el día a
día. Porqué todos tenemos baches en nuestras vidas, todos perdemos a
personas queridas y cuando las perdemos pensamos que el dolor y el vacío
que sentimos en ese momento nadie lo entiende, como si los demás fuesen más
fuertes que nosotros, pero todo el mundo vive su historia a su manera.

Gracias Javier por compartir tu historia. Gracias por mostrar esa parte tan
humana que todos tenemos.

Te mando un enorme abrazo para ti y tu familia, sin el apoyo que recibes
por parte de ellos, de tus peques y tu preciosa mujer, no tendríamos el
placer de leer tus libros!!! La familia es lo más importante, eso si, ahora
a por el tercero!!!!!!!!
Mucha suerte amigo.

Gracias compi 😉
Verónica

1 Comentario

  1. Juan Antonio

    Quiero darte las gracias por escribir estos libros. Yo igual que Verónica me quedé con ganas de más cuando leí el primero y eso era algo que nunca había sentido con un libro. Pero el segundo libro todavía me ha sorprendido más. Te lo dije por twiter y ahora también por aquí, son los libros más increíbles que he leído en mi vida. Ahora sé que voy a ser policía. Espero que dentro de unos días sea yo el que te emocione a ti. Gracias Javier. No cambies nunca

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